Bonjour à tous!
Este fin de semana estuvimos en el hotel Kempinski Bahía, situado entre Estepona y Marbella. Ya habíamos estado antes y nos encanta el concepto y la ubicación frente al mar, en primera línea de playa. Aunque el primer día nos llovió, aprovechamos para descansar mucho y para cenar en uno de sus restaurantes "La cocina de mi abuela" con platos tradicionales. Al día siguiente también comimos en Spiler Beach Club y nos dejaron impresionados los sabores de cada plato. Nosotros pedimos tartar de atún trufado (impresionante), arroz negro con pulpo, rodaballo a la brasa y el mejor postre que creo que me tomado en mi vida: tarta de dátiles con toffe. Además, estábamos sentados justo frente al mar.
En las fotos llevo un precioso mono de Chicwish en color caramelo con el que me fui a patear Málaga el sábado. Llevaba las botas Ugg porque no quería pasar frío, pero obviamente queda mejor con un botín de piel o unos zapatos de tacón.
Al final pasé calor, porque lo bueno de la Costa del Sol es precisamente eso, que suele haber siempre sol y aunque haya llovido no hace ni frío. De hecho, estuvimos desayunando a las 9:30 de la mañana al solecito en la terraza del hotel. Un auténtico lujo.
Es muy bonito el mono
ResponderEliminarUn beso