Bonjour à tous!
Lo prometido es deuda. Os traigo hoy el resumen de
nuestro viaje de este verano. Como sabéis, hicimos una super ruta en coche por
Francia. Salimos de Zamora a las 9:30 de la mañana con dirección a Burdeos. Tan
solo paramos a comer a en un área de servicio a eso de las 13:30. Llegamos a la
ciudad sobre las 18:00 y nos alojamos en el hotel Seeko´o, un modernísimo
hotel, muy bien situado, a escasos minutos de la Cité du Vin (el museo del vino
de Burdeos) y del centro. El hotel es nuevo y está muy bien de precio. Dimos un
agradable paseo hasta la Place de Quinconces y cenamos por el casco antiguo. Si
no conocéis Burdeos, os lo recomiendo, es una ciudad muy bonita, acogedora y
con muchísimo ambiente ( Es como la Salamanca de Francia, en el sentido universitario).
A la mañana siguiente pusimos rumbo a la zona de los Castillos
del Loira. Visitamos el castillo de Ussé (conocido como el castillo de la Bella
durmiente), después fuimos hasta el castillo de Cheverny (en el que se inspiró
Hergé para dibujar el castillo del Capitán Haddock en Tintín, llamado
Moulinsart) y por último fuimos a visitar mi favorito, el castillo de Chenonceau. Es mi favorito porque es especial y diferente. Se inspira en el
Ponte Vecchio de Florencia, del Renacimiento italiano. Es un castillo construido
sobre un puente en el río Cher (afluente del Loira).
Tras el ajetreado y agotador día, nos alojamos en el hotel
Château Belmont, en Tours. Un hotel precioso, con muchísimo encanto. Cenamos en
los jardines del propio hotel (muy recomendable el menú Trio, todo delicioso).
Por la mañana, antes de seguir el viaje, nos dimos un bañito en el spa (incluido
en el precio de la habitación).
Tras el baño, nos fuimos a visitar el castillo de Chambord, el más grande y el más visitado del valle del Loira. Es impresionante.
El propio Louis XIV se alojó allí alguna vez. Tras la visita (toda la mañana)
nos fuimos a Paris, parando en Orléans para ver la famosa catedral.
Llegamos super tarde a París, creo que eran las 22:30,
y a esas horas, cenar en París, no es tarea fácil un lunes. Así que fuimos a
cenar cerca del hotel donde pudimos.
Para alojarnos en París, elegimos el Apart´hotelCitadines Opéra. La situación era inmejorable. A menos de 5 minutos a pie de la
Ópera de Garnier, uno de mis edificios favoritos de la Ciudad de la Luz. Muy
bien de precio.
Al día siguiente nos levantamos prontito, compramos el
desayuno en la pastelería de enfrente y desayunamos en el saloncito del apart´hotel.
A las 9:30 ya estábamos en marcha para visitar la ciudad. Anduvimos 17km ese
día, no digo más. París es mi ciudad favorita del mundo. He ido 9 veces, me la
conozco como la palma de mi mano y me encanta pasear por sus calles. Este día
tocaba ver exteriores, es decir, plazas varias, Torre Eiffel, Nôtre Dame, Sacré
Coeur, etc. porque al día siguiente tocaba museo d´Orsay, Louvre (en este al
final no nos dio tiempo a entrar), etc.
Nuestro tercer día en París lo dedicamos a ir a
Versalles (a escasos kilómetros). Advierto que para ver bien este enorme
palacio se necesita toda la mañana y parte de la tarde. Nosotros estuvimos de
10:00 a 16:00. Llegamos a París sobre las 16:30, vimos la zona de La Défense
con el coche y fuimos hasta las Galerías Lafayette (la cúpula es espectacular),
merece la pena entrar, aunque no compres nada. Esa misma noche reservamos para
cenar en Le Ciel de Paris. Es bastante caro, pero es de esas cosas que debes
hacer si vas a Paris. Es el restaurante de la planta 56 de la Torre Montparnasse.
Penúltimo día de viaje: paliza de coche. Hicimos Paris
– San Sebastián del tirón. Solo paramos para comer en Poitiers, que por cierto
me pareció una ciudad muy bonita.
Llegamos a San Sebastián a las 20:30, ducha rápida y a
la zona de pinchos a cenar, como siempre genial, pero muy caro. El País Vasco tiene
otro nivel de vida, jeje. Agotados, nos alojamos en el Sercotel Hotel Europa.
Situación perfecta, en la playa de la Concha. Por la mañana, desayunamos
prontito y vuelta a Zamora a ver a los peques.