viernes, 8 de marzo de 2019

Excursión a Delfos

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Bonjour à tous!

Ayer os decía que el último día antes de regresar a España decidimos hacer una excursión de ida y vuelta a Delfos porque ya habíamos visto Atenas de arriba a abajo. Buscamos en internet cómo llegar y vimos que había un autobus que salía a las 10:30 y llegaba sobre las 13:15. Es complicado moverte por Grecia ya que los medios de transporte no funcionan muy bien (el bus y el tren fatal, el metro muy bien y barco no lo sé porque no cogimos). Desayunamos con calma y nos fuimos al lugar desde el que salía el bus, que no era ninguna estación de autobuses normal, sino una privada y muy pequeña. Pertenece a la empresa Ktel (os dejo aquí el enlace porque a nosotros nos costó muchísimo hacernos con esta información). Después de casi 3h de viaje llegamos a aquel idílico lugar que transmite unas vibraciones increíbles. El paisaje montañoso y las ruinas de todo aquel imperio te dejan sin palabras.


Visitamos los templos, el oráculo y el museo y a las 16:00 pretendíamos coger el bus. Digo pretendíamos porque veréis lo que nos pasó. En Atenas nos dijeron que no nos vendían la vuelta porque podíamos volver a las 16:00 o a las 18:00 sin ningún problema comprando el billete una vez en Delfos. No vuelvo a fiarme de nadie, no digo más.. jaja. A las 15:30 fuimos al único lugar en el que se venden los billetes de vuelta a Atenas, un restaurante regentado por un antipatiquísimo señor. Le pido dos tickets y me da solo uno diciéndome que la máquina está estropeada y que no le imprime el segundo billete, pero que no me preocupe, que en el bus podemos comprar in situ el billete.

Vemos salir después de nosotros a tres americanos diciendo que a ver qué hacen ahora hasta las 18:00, Nos acercamos y les preguntamos que qué pasaba. Nos dicen que el bus está lleno. Yo, indignada, entro en el restaurante y le digo al hombre que por qué me ha engañado, que ahora tengo un solo ticket, que somos dos, que estoy embarazada, que nos tenemos que ir y que si el bus de las 18:00 también va lleno no podemos volver a Atenas (a 188km) y perdemos el vuelo del día siguiente. Vuelve a decirme que tranquila, que a las 18:00 no hay problema. Obviamente no nos fiamos...

 Las 16:00, llega el bus y como era de esperar: lleno. Nos dejan en tierra con un billete ya pagado. Vuelvo por tercera vez al restaurante y le exijo que me devuelva el dinero del billete que no me han dejado usar. Después de más de 15 minutos discutiendo con él nos devuelve el importe. Mi marido recuerda al poco tiempo que había leído que se podían comprar online los billetes, pero que funcionaba fatal la página. Tuvimos la suerte de poder comprarlos online a las 16:30 (a las 17:00 ya no se podía comprar online). Siguiente problema: no les valían los billetes en el teléfono y había que imprimirlos en papel.

Delfos es un pueblo fantasma hasta Semana Santa en adelante. Estaba todo cerrado y no sabíamos cómo imprimir los billetes, pero de repente me vino la solución a la cabeza. Fuimos en busca de algún hotel abierto (más del 90% están cerrados en temporada baja) y le pedimos el favor a la recepcionista de que nos lo imprimiese.

Ya respiramos tranquilos y cuando llegó el bus de las 18:00 ocupamos nuestros asientos. Pese a que el hombre del restaurante decía que no había problema, el bus de las 18:00 iba prácticamente lleno. ¡Qué agobio! Ahora lo recuerdo y me rio, pero lo pasé fatal... jaja

Llegamos a Atenas sin problema casi 3h después y fuimos hasta Monastiraki en metro desde donde fuimos dando un paseo para visitar lo que llaman el Soho ateniense: el barrio de Psyri. Nos gustó mucho y cenamos por la zona.

 
 
Zapatillas: Gioseppo (s/s 2019)

Bolso: El Potro (s/s 2019)

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