miércoles, 11 de marzo de 2020

Plumas



Bonjour à tous!

Hoy NO llevo un look guay de influencer ni mucho menos. Hoy solo os quiero contar lo que viene siendo un domingo normal con niños en Zamora, capital de la niebla, jaja. Cuando vamos llegando a Zamora desde Cáceres, vamos dejando el sol y vemos cómo empieza a bajar la temperatura a medida que nos acercamos. Cuando pasamos Corrales aparece la niebla. Es una niebla espesa que puede cubrir la ciudad durante varios días seguidos sin escampar ni uno solo. Con este frío lo único que me apetece es robarle el plumas a mi madre. Yo desde que vivo en Cáceres ya nunca tengo este tipo de abrigos porque no hacen falta, pero cuando voy allí ... uffff qué frío. Aquí se refleja mi fin de semana en Zamora: plumas, botas altas y cara de : me estoy congelando.

Íbamos camino del museo, como ya viene siendo tradición. No es un museo cualquiera, es el único museo de Semana Santa que hay en España, que por cierto van a ampliar y a hacer enorme. La semana santa de Zamora está declarada como una de las mejores y no es para menos. bueno, el caso es que Pablo es adicto a pasear entre los pasos y las esculturas de los cofrades. Nos pasamos allí más de media hora cada vez que vamos y cuando intentamos salir se pone a llorar como un loco, jaja. Le encantaría quedarse allí a vivir.

Mi recomendación para vuestras vacaciones de Semana Santa: una escapada a Zamora para conocer sus rincones románicos y modernistas, degustar la gastronomía, el vino de Toro y contemplar los momentos mágicos que nos deja cada año la Semana Santa que, seas religioso o no, ya es una cuestión de tradición de todos los zamoranos y no solo de religión.







1 comentario: